El pasado día 29 de Enero los componentes del equipo de How I Learned Code tuvimos la oportunidad de organizar un Taller de Tecnología específicamente diseñado para los niños y jóvenes de la Asociación de Asperger de Sevilla. El éxito de la convocatoria superó con crecesnuestras expectativas, pudiendo disfrutar de una enriquecedora experiencia en la que más de 40 chicos y chicas, con la supervisión de nuestros monitores y de los terapeutas de la asociación, compartimos esta nueva forma de relacionarnos con la tecnología, mucho más creativa e imaginativa que el habitual papel de meros consumidores o usuarios de dispositivos al que estamos acostumbrados.

Con objeto de que todos los asistentes pudieran conocer de primera mano las distintas materias que impartimos en la academia, dividimos las actividades en cuatro salas: la sala de las simpáticas abejas-robot Bee-Bot, la de programación con Scratch, la de robótica con Lego WeDo y la sala de Minecraft. Independientemente de las preferencias de algunos de los asistentes (tuvimos el placer de debatir con algunos consumados “Minecrafters” y con pequeños constructores expertos en el mundo Lego), la verdad es que el entusiasmo presidía todas y cada una de las estancias, en las que las continuas expresiones de asombro y aprobación entre los asistentes no hacían más que confirmarnos que esta nueva forma de acercar la tecnología a los niños puede suponer una herramienta con gran potencial en la educación, y quizás también con un recorrido interesante en el ámbito de las necesidades educativas especiales. En este último aspecto, hemos constatado que no son pocos los estudios que se han realizado en este campo (destacamos el trabajo realizado en 2012 por López-Escribano y Sanchez-Montoya, o artículos más recientes como el de Dana Reinecke en Edutopia), aunque evidentemente serán los especialistas y terapeutas de la asociación los que evaluarán todos los beneficios y posibilidades de estas metodologías.

 

En lo que respecta al equipo de How I Learned Code, sólo podemos decir que disfrutamos de la jornada tanto o más que los propios chavales, y la conclusión unánime al finalizar el taller es que se trató de una experiencia de lo más enriquecedora.

Os dejamos a continuación con una galería audiovisual del taller y una  descripción de cada una de las actividades:

Sala Bee-Bot. Para los que no las conozcáis, las abejas Bee-Bot son una forma de introducir la programación y el pensamiento computacional en edades preescolares, con el que además se pueden practicar otras materias (localización espacial, colores, figuras geométricas, etc.). No obstante, no es la primera vez que, partiendo de los sencillos conceptos en los que se basan estos pequeños robots, conseguimos llamar la atención de los más mayores mediante estimulantes retos que ponen a prueba la memoria, la capacidad de abstracción o el pensamiento divergente.

 

Sala de programación con Scratch. En nuestros talleres y eventos siempre decimos que no nos cansamos de ver la cara de esos niños y niñas que, partiendo de una pantalla en blanco con la imagen de un simpático gato naranja, al final logran que el felino ande, corra, gire, cambie de tamaño, interactúe con otros dibujos y hasta hable con la propia voz del niño. Muchos de ellos aún no saben que realmente están “programando”, sí, esa indescifrable capacidad que hasta hace sólo unos años estaba reservada únicamente a ingenieros y profesionales cualificados y que ahora cualquiera puede aprender a dominar a través de un navegador y un entorno intuitivo y visual. Y cuando les revelamos que este entorno llamado Scratch es libre y gratuito y que pueden continuar sus videojuegos e historias desde casa, muchos incluso rompen a aplaudir.

 

Sala de robótica con Lego WeDo. Evidentemente, todos los niños del taller conocían uno de los juguetes más conocidos del mundo: las construcciones de Lego. Sin embargo, cuando les mostramos esas piezas tan “especiales” que son los sensores y motores que incorpora el kit educativo de Lego WeDo, desconocidas hasta ahora para ellos, y a continuación les explicamos la capacidad de insuflar vida a sus creaciones a través de estos nuevos elementos, sus expresiones de sorpresa inicial sólo fueron superadas por el entusiasmo con el que se lanzaron a explorar estas nuevas posibilidades.

 

Sala de Minecraft. Como ya hemos comentado, ese día había más de un “minecrafter” experto entre los asistentes, hábiles jugadores en los entornos de competición y supervivencia e ingeniosos arquitectos de imponentes construcciones del modo creativo. Pero Minecraft es eso y mucho más, como les demostramos en este taller en el que les explicamos el potencial del elemento Redstone, que combinado con dispositivos como pistones, repetidores o placas de presión posibilitan la construcción de mecanismos tan asombrosos como una auténtica montaña rusa, la cual construyeron con ayuda de nuestros monitores y en la que posteriormente se subieron para disfrutar de esta divertida “atracción virtual” creada por ellos mismos, asimilando fundamentos básicos de electrónica durante el proceso.

En resumen, podemos decir que los niños, niñas y jóvenes de la Asociación de Asperger disfrutaron de una divertida jornada junto al equipo de How I Learned Code, con la satisfacción añadida de abrirles las puertas a un nuevo mundo, el de la robótica educativa, con en el que podrán dar rienda suelta a su creatividad con el único límite de su propia imaginación.

Además, y aprovechando que esta semana se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger (18 de Febrero), no queríamos dejar pasar la oportunidad de aportar nuestro granito de arena para reivindicar la visibilidad de este trastorno tan desconocido para muchos, compartiendo con todos vosotros un proyecto de Scratch de un niño británico de 12 años que expresa en primera persona su particular forma de pensar: