Presentación de los talleres “Tecnología con Alma”

Es innegable el poder transformador de la tecnología y su especial componente motivacional en los niños y niñas. Por ello, en How I Learned Code estamos convencidos de la gran oportunidad que nos ofrecen las TIC para convertirse en un aliado indiscutible en el proceso de aprendizaje de los alumnos, a través del cual podemos no sólo dotarlos de las competencias necesarias para que puedan incorporarse con garantías a la sociedad digital, sino también formar a ciudadanos críticos, autónomos y responsables.

 

Con esta idea nacen nuestros talleres de Tecnología con Alma, una oferta de actividades educativas focalizadas en formar al individuo por encima del futuro profesional, dirigidas tanto a instituciones educativas como a empresas, las cuales pueden incorporar estas actividades dentro de sus líneas de actuación definidas en las políticas de Responsabilidad Social Corporativa y de Recursos Humanos, o bien desarrollarlas en el marco de experiencias innovadoras de carácter divulgativo abiertas al público en general.

Estos talleres tecnológicos, que pueden ser adaptados a cualquier temática o mensaje de calado social, tienen la posibilidad de realizarse también en familia, convirtiéndose en una experiencia única como ya han comprobado numerosos colegios y empresas de Sevilla.

Descripción del taller “Están en la Luna”

Este taller tecnológico está enmarcado en el maravilloso proyecto iniciado por el Colegio España de Sevilla, en colaboración con el AMPA del centro, denominado “Están en la Luna”,  dedicado a la enfermedad del Alzhéimer con el propósito de trabajar con los niños y niñas el calado real de esta dolencia, su aspecto clínico y también el emocional   (más información en esta dirección: http://ampa.xn--colegioespaa-khb.es/1003/estan-en-la-luna/).

Con el patrocinio de la empresa tecnológica sevillana Tier1, con una especial sensibilización por el desarrollo social, económico y del medio ambiente como parte de su estrategia empresarial, How I Learned Code impartirá el próxima día 18 de Diciembre un taller de iniciación a la programación a 25 niños del colegio con el enfoque de concienciación del proyecto.

Para ello, tomaremos como hilo conductor el caso real de la niña de 12 años Emma Yang, quien el año pasado desarrolló una app para ayudar a su abuela a combatir esta enfermedad (más información en el siguiente enlace: http://www.elmundo.es/salud/2016/09/20/57d924c5e5fdea40318b45c6.html)

Objetivos

– Ayudar a niños a comprender en qué consiste la enfermedad del Alzheimer y cuáles son las mejores formas de ayudar a quienes la padecen

– Mostrar el caso de Emma Yang, una niña de 12 años que desarrolló una app para ayudar a su abuela que padece esta enfermedad

– Iniciar a los niños y niñas en la programación informática como un recurso para cambiar el mundo

Metodología

Taller de 2h. En la primera media hora hablamos en clase sobre la enfermedad del Alzheimer, centrándonos en cómo los adelantos tecnológicos están ayudando a combatir la enfermedad. Posteriormente pasaremos a la parte práctica, en la que introducimos la programación, el “lenguaje de las máquinas”, como una herramienta fundamental que nos puede ayudar a construir un mundo mejor, y para demostrarlo desarrollaremos una aplicación utilizando el entorno visual Scratch inspirada en la que realizó la niña Emma Yang para ayudar a su abuela.

Taller patrocinado por:

ACTUALIZACIÓN 20/12/2017: Así fue el taller

El pasado día 18 nos desplazamos al CEIP España con todo el equipamiento informático necesario para la realización del taller en un aula con 25 niños de 5º de Primaria. Lo primero que nos sorprendieron fueron los conocimientos que demostraron ya de partida los niños y niñas sobre esta dolencia, lo que transmitía el excelente trabajo realizado por el centro en colaboración con el AMPA para sensibilizar a los más pequeños sobre la enfermedad del Alzheimer. En esta primera parte del taller, nuestra profe Sara charló con ellos sobre los distintos síntomas de la enfermedad, a qué facetas de la vida cotidiana afecta y cómo podemos ayudar a nuestros familiares cercanos que estén afectados por este problema.

Posteriormente, mediante la exposición de vídeos y diapositivas, pasamos a enumerar diferentes proyectos e iniciativas existentes en la actualidad (la mayoría del ámbito tecnológico) encaminadas a combatir esta enfermedad o a ayudar a quienes la padecen, para terminar esta primera parte del taller contando a los alumnos y alumnas la historia de Emma Yang, la niña estadounidense que con sólo 12 años desarrolló una aplicación para ayudar a su abuela enferma de Alzheimer a recordar los nombres y los rostros de sus seres queridos, así como las fechas y eventos importantes. Las caras de asombro de los alumnos ante este caso fueron muy significativas, incluso uno de ellos acertó a decir: ” ¡Guau, qué pasada, seguro que esa niña es una superdotada!”. Independiente de que lo fuese o no, Sara les explicó que realmente el éxito de Emma se sustentaba en otros factores: primero, su valentía y determinación por llevar a cabo un proyecto con el que se sentía especialmente motivada (está muy unida a su abuela), y segundo, su pasión por la programación, una disciplina que aprendió a dominar años atrás con la herramienta que les íbamos a presentar a todos ese día: Scratch.

Con estos antecedentes y con la figura inspiradora de Emma Yang como referencia, propusimos a los niños y niñas desarrollar un sencillo proyecto en Scratch que implementase el Test de Pfeiffer, un pequeño cuestionario que ayuda a la detección precoz del deterioro cognitivo.

Tras una primera introducción de los conceptos básicos de Scratch, pasamos a introducir los elementos específicos del entorno que intervienen en este programa, identificando las diferentes partes que lo componen y guiando paso a paso a los alumnos a través de la pizarra digital y con ayuda de los profesores de apoyo y del propio tutor del curso, quien se mostró muy interesado en las posibilidades educativas del entorno de Scratch, que seguramente introducirá en sus clases en el futuro. Tal fue el entusiasmo mostrado por los niños y niñas del colegio, que de forma casi unánime optaron por  ocupar parte de su recreo para poder finalizar el proyecto.

Por nuestra parte, no podemos estar más satisfechos con la labor realizada, agradeciendo a Tier1 su implicación mediante el patrocinio del taller y al colegio (en especial al profe Francisco) por la excelente acogida del centro, donde nos han hecho sentir como en casa. Y por último, agradecer especialmente a esos 25 émulos de Emma Yang por su entrega y cariño, y por esa pasión mostrada por aprender nuevas herramientas para construir un mundo mejor.